Pide.

Donde se cumplen los deseos.

Vivo en las nubes porque el suelo está lleno de gilipollas.

Vivir aquí arriba tampoco es tan malo, todo se ve diferente, prefiero vivir en mi mundo, que el vuestro lo tenéis demasiado sucio, y no me va, no me van las mentiras que os van, las caricias que decís dar de verdad, los te quiero que se quedan en eso y no en un "te lo demuestro", al fin y al cabo sólo exponéis y no demostráis, vale más un adiós sincero que mil palabras falsas, no sé qué ganas mintiendo, si no sientes no sientes y punto, para qué fingir un sentimiento, si será tu peor recuerdo, no necesito a nadie que me diga un "te quiero" si no es verdadero.
Me sobran argumentos para pensar en lo bueno, pero lo malo siempre lo recuerdo. Intento no hacerlo, pero no puedo. Quiero aprender a perdonar y a olvidar, pero nadie me enseña, no sé si llego a perdonar pero jamás consigo olvidar, y quiero hacerlo, quiero que me pesen más los buenos momentos, que la mierda que llevo, es evidente que hay mucha gente, pero real y que siente, son minoría absoluta.
Das tu corazón para que te lo rompan, cuando lo único que quieres es que te lo curen, que te lo cuiden y que conserven todo lo bueno que hay en él. Quiero motivos, razones para ver vuestro "mundo" mejor que el mío, que me bajéis de esta nube para no ver todo podrido, que sea mejor que volar, pero con sinceridad, por favor.
Aletear por ellas me hace sentir especial, lejos de esta sociedad que sólo quiere hacer el mal. Y no lo entiendo de verdad, no me entra en la cabeza cómo os gusta tanto molestar, y lo olvidado que tenéis el "vamos a amar". Dónde se ha quedado el cariño de cuando eras niño, esa sonrisa que nadie te iba a quitar, ni siquiera un "súper-man", rectifico para que nadie me baje de aquí, dejadme ser feliz, a mi manera, sin que nadie pueda hurtar mi felicidad, y al fin sólo pueda volar.

Vuela.

Tangible.

Todo comenzó cuando se fue el sol, nos quedemos tú y yo, sin rencor, sin temor, sin pensar en qué era lo mejor, sin pensar que mañana podría ir peor. Era evidente que perderíamos el control, que nos dejaríamos llevar por la pasión, acompañados de esa botella de ron. Nada era todo, el tiempo nos devoraba, y tú encima de mi espalda, ver tu mirada cuando se aclara el humo de cada calada, saber que te quedarás hasta mañana, después de ensuciar mis sábanas, nos ponemos a fumar, a recordar y a hablar, de todo aquello que no será, porque mañana acabará, después de cada risa iba una caricia. Tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda, aunque yo no quiera siempre estoy en tu cabeza, no creo que lo merezca. Flotábamos al mirarnos, al besarnos, erizabas mi bello con un "te quiero", pero todo era pasajero, al despertar todo iba a terminar y después del café ese no nos vimos más.